
Con el clima político actual ha habido mucho de qué hablar sobre el lugar de los inmigrantes en Estados Unidos y en cómo contribuyen al país. El presidente Trump ha dado fecha de término a DACA, y ha aprobado una tarifa inmigrante llamada RAISE Act, la cual disminuiría en un 50% la cantidad de inmigrantes en la próxima década.
Los aplicantes a la Green Card serían rankeados por puntos basados en sus habilidades personales, la habilidad de tener fluidez económica y saber hablar inglés. Para algunos puede parecer de sentido común - ¿por qué te permitirían mudarte a otro país si no puedes pagar la renta o el súper hablando la lengua predominante?
Pero este punto de vista es muy corto. Parte de la razón por la que América es tan exitosa es por las innovaciones que los inmigrantes han traído al país y permitir que reclamen el crédito como propio. Una de esas innovaciones es el maquillaje. Probablemente no tendrías una cosmetiquera llena de productos increíbles si no fuera por los inmigrantes.
¿Aún no sabes de qué te estamos hablando? Las 3 personas originales que impusieron el maquillaje en Estados Unidos a principios del siglo 20 fueron Elizabeth Arden, quién vino de Canadá; Helen Rubinstein, una refugiada polaca huyendo de la Primera Guerra Mundial; y Max Factor, un inmigrante polaco escapando de la persecución judía.
Una vez que ellos definieron la industria cosmética como la conocemos, el ruso Charles Revson de Revlon entró al juego, seguido por la europea del este, Estee Lauder.
La única marca de maquillaje que no fue de inmigrantes, ni de una primera generación asentada en Estados Unidos fue Maybelline, fundada por Tom Lyle.
Es un hecho que éstas políticas cambiarán Estados Unidos como lo conocemos, y estos hechos son sólo un factor a tomar en cuenta para que reflexionemos sobre la posibilidad de que sin los inmigrantes, Estados Unidos no sería tan poderoso como lo es hoy en día.
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